el techo rosa

uno de esos mundos por los que nunca me he sentido atraído es el de los negocios. por puro prejuicio no más. sin embargo, últimamente le he dado una vuelta y me he encontrado con la noticia que john browne, ceo de la bp (jeje el chief executive officer de la compañía británica de hidrocarburos) renuncia a su puesto luego que las cortes abren la posibilidad que su ex amante haga pública la relación gay que tuvo con el ejecutivo, hecho que éste había tratado de frenar legalmente. interesante el hecho. no es que sea novedad que un ejecutivo sea gay, sino que dado que bp negocia mucho con países del mundo islámico donde la homosexualidad es fuertemente condenada, no se considera que sea adecuada su condición. desde el punto de vista de los negocios, browne mantuvo la bp en una muy buena parada. la historia del romance que duró 4 años con un joven que ahora todos dicen de prostituto pasado terminó hace ya tiempo y ahora el ex la quiere publicar por dinero. feo que el ex quiera profitar de la situación, feo que browne se haya tenido que ir, porque se va no por malo sino que porque los clientes podrían rechazarlo por algo distinto a sus destrezas y capacidades, es decir, la esencia de la discriminación.

interesante que en un mundo muy masculino, el de los ejecutivos, los abiertamente gay se encuentran muy invisibles y subrepresentados. los ejecutivos jóvenes conocidamente gays alegan que hay un techo rosa, es decir, un cierto nivel de ascenso en las empresas que no pueden superar, independendiente de sus capacidades. el mundo de los ejecutivos es un enclave del macho heterosexual dominante, conservador en lo valórico, que no ha sido ni remotamente conquistado. ese mundo es interesante, pues el poder económico que maneja también dirige gran parte de la agenda de lo "moral" y "respetable".